En Argentina, cada 24 de marzo el arte aparece entre la multitud que reclama por memoria, verdad y justicia. Canciones, bailes, imágenes e intervenciones se suman a la marcha para repudiar el Terrorismo de Estado y aportar sensibilidad y creatividad a este ritual contra el olvido. En este reportaje fotográfico, nos acercamos a algunas de estas expresiones así como a las presencias y gestos que recorrieron las calles de Córdoba para defender los Derechos Humanos de ayer y de hoy.
Reportaje fotográfico de Sol Pérez
Cada 24 de marzo, un ritual se repite y se renueva en las calles cordobesas. Miles de personas caminan juntas para recordar lo que pasó ese mismo día en 1976, cuando empezó el Terrorismo de Estado en nuestro país. Caminan para decir, con cada paso, “Nunca Más”. El arte camina entre ellas, se cuela, brota entre la multitud con nuevas maneras de decir el dolor y la injusticia. Y así la música, la danza, la intervención teatral y las imágenes se vuelven una parte más de este ritual contra el olvido, un gesto colectivo que imprime sensibilidad y creatividad al reclamo: “Memoria, Verdad y Justicia”.
En este reportaje fotográfico para UN RATO, Sol Pérez nos acerca con su cámara al río de 120 mil personas que salieron a marchar el último 24 de marzo, a algunas de las expresiones que en este 2018 mostraron el crecimiento de colectivos artísticos que se suman a defender los Derechos Humanos, en un contexto donde el reclamo por justicia y verdad se actualiza ante los abusos de las fuerzas de seguridad y el Poder Judicial. Además, nos acerca a la presencia de Nelly Llorensaquel día, con sus 97 años, como testimonio de la lucha por los DDHH que esta gran mujer y referente sostuvo hasta sus últimos días, justo antes de su muerte el pasado 14 de abril.
“Voy a la marcha del 24 desde los 15 años, y hoy estoy ahí con 35. Desde hace 10 años llevo un registro fotográfico como ejercicio de la memoria y como deber civil. Son las fotos que más me gusta tomar porque es la puesta de cámara más auténtica: no hay dudas de lo que voy a mostrar, no hay ambivalencias entre lo que pasa fuera de la lente y mi ojo. Estoy marchando junto a mi caja oscura, y mientras las lágrimas brotan mi dedo obtura la luz sensible de las Abuelas y Familiares”, dice Sol sobre su trabajo.