¿Cómo querés que te nombre?

El debate sobre el lenguaje inclusivo y las incomodidades que genera su uso se replican en los ámbitos más diversos, de la mano de los cuestionamientos que el feminismo está provocando en la sociedad. Desde UN RATO dialogamos con Mostro y Prett, artistas que desde la música y la pintura, el rap y el muralismo, pero también desde sus propias identidades, reflexionan sobre las maneras en las que el arte se encuentra atravesada por las luchas de género en sus propios modos de expresión.

Por Gisela Cassettai y Verónica Carpintero*

Le mer estebe serene… hasta que llegó el lenguaje inclusivo. Nadie queda exento. Todes estamos incluides. En el aula, la oficina, la mesa familiar, las reuniones de amigues y las redes sociales participamos de la marea de debates sobre este uso del lenguaje que plantea hacer visible algo que el binomio hombre-mujer hacía invisible pero que estaba presente. Algunes se ríen, otres se enojan.

¿Y en el arte qué sucede? Como actividad humana de expresión, atravesada por los marcos y códigos de representación de la sociedad,  no queda fuera de estas disputas. Desde UN RATO quisimos saber cómo se piensa y se vive desde el quehacer artístico esta modalidad disruptiva del lenguaje inclusivo. Para ello, dialogamos con les artistes locales Mostro y Prett sobre la vinculación de la lengua y el hacer desde la música y las artes visuales, en la búsqueda de nuevas miradas y reflexiones en el marco del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebró en Córdoba en el mes de marzo. Prett, nombre artístico de Natalia Pretto, es muralista e ilustradora y trabaja como docente en espacios públicos y privados de la ciudad de Córdoba y el país. Además, sus murales pueden verse en Uruguay, Brasil, México y Canadá. Por su parte, Mostro es rapero, poeta, teatrero y activista Trans/Gordo. Integra el dúo de Rap Transfeminista Mena y Mostro,  y también es docente en contextos de encierro y espacios populares.


Mural llevado a cabo en el marco de Maaanso Encuentro Internacional de Muralista y Grafiteros, en la Chimbas, provincia de San Juan.
Fotografía: Martín Groff

La incomodidad de incluir

Son varias las propuestas que se vienen ensayando desde hace un tiempo en el uso del lenguaje inclusivo: reemplazar la vocal que marca el género por @ o x se presentan como alternativas interesantes pero se ven limitadas al momento de pronunciarlas. La escritora Gabriela Cabezón Cámara ve en ello una ventaja: lo disruptivo, lo que incomoda, es justamente lo que atrae las miradas sobre el problema de género que ese uso de la lengua busca denunciar.

Según Emmanuel Theumer, docente investigador de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, la lengua no puede contener las experiencias para con el género, más bien todo lo contrario. Pero le gusta pensar “al uso de la x o de la e como ejercicios de desestabilización de una lengua generizada, como fisuras a la seguridad ontológica que produce esa lengua”. Por algo -dice- suscita enojos, risas, escollos e incomoda: es un modo de asumir que estamos arrojados a la cultura.

Para Mostro esta puesta en cuestión viene a visibilizar la identidad de personas que están fuera de la norma: “Así como sé que es molesto que yo sea lesbiana, porque sale de los planes que el mundo tenía para mí -de ser heterosexual, tener hijos y una familia-, el lenguaje inclusivo viene a visibilizar a todas esas identidades que fueron invisibilizadas y violentadas. El mundo es patriarcal, facho y heterosexual, está diseñado así. Por eso molesta, y porque la gente piensa que viene a nombrar a la gente que es anormal”.

Entre las opciones que se vislumbran con mayor trascendencia en el último tiempo está el uso de la e para diferenciar al género neutro. Prett está de acuerdo con su utilización, aunque reconoce que lo importante es “darle entidad a personas que no se identifican ni con un género ni con otro”. Para la muralista la incomodidad radica en que la sociedad es machista y no tiene ganas de deconstruirse: “Hay generaciones a las que les cuesta horrores hablar con la e, que está mucho más imposibilitada de entender y hasta lo ven bizarro e innecesario. Pero después hay otros casos de hombres que están cómodos así, que no quieren que la mujer venga a cambiar su lugar de privilegio. No quieren ceder, porque ceder implica


RESISTENCIA CULTURAL gran mural realizado en la fachada de Didistrito Siete, una cooperativa y fábrica cultural de la ciudad de Rosario que nuclea recitales, talleres, actividades.
Muro de 7 x 10 mts de altura llevado a cabo en 6 días de trabajo.
Fotografía: Gentiliza de la artista visual Prett

cuestionarse y cuestionarse implica analizarse, analizarse implica sentarse a debatir con su compañera, con sus hijes, con su psicólogue, con las mujeres que lo rodean”.

Desde el punto de vista de Mostro, quienes más banalizan el uso del lenguaje inclusivo son las personas cis, porque esa problemática no les atraviesa el cuerpo y no lo viven en carne propia. Cis es uno de los tantos términos que las luchas de género han empezado a instalar en el último tiempo y refiere a aquellas personas cuya identidad de género coincide con el sexo que le asignaron al nacer.

El rapero, que decide nombrarse en masculino, destaca la importancia de contemplar, desde las maneras de hablar, las diversidades sexuales y las elecciones personales en torno al género. Y ejemplifica: “A una piba trans, a quien le costó toda una vida poder nombrarse en femenino, le resulta violento que alguien venga y le diga elle”. En ese sentido, expresa que el lenguaje inclusivo termina siendo despersonalizado porque no nos atrevemos a preguntar “¿cómo querés que te nombre?”.

La incomodidad atraviesa también sus propias prácticas artísticas. En el caso de Mostro, con su dúo Mena y Mostro rap siguen nombrándose en femenino y no en masculino por temor a ser confundidas con “chabones”. “Con el rap nos movemos en espacios feministas, entonces elegimos seguir hablando en femenino, pero sentimos que nos quedamos cortes, porque no nos estamos nombrando como identidades trans”, dice. Y explica que la dupla está intentando usar la e pero no les gusta fonéticamente; las reglas del rap implican rimar y es un desafío encontrar rimas con esa letra.

Para Prett, el lenguaje inclusivo en sus murales y desde las artes visuales se evidencia en que trata de pensar en unx espectadorx que no tiene género. “Cuando hago los cuerpos, no está cien por ciento visto que sean femeninos, son partes de un cuerpo sin género. Lo disidente  siempre atraviesa mi trabajo”, cuenta Natalia.


Ocupar el espacio con las palabras

El lenguaje se presenta como un terreno de disputa de diversidades sexuales que intentan hacer visible la construcción de lo que son o creen ser, yendo a contramano de la norma establecida. En ese campo donde se libran batallas, Mostro cuenta que tiene una postura bien


El duo rapero Mena y Mostro en el show Alto Embrollo, plaza de la Intendencia, ciudad de Córdoba.
Fotografía: Gentileza cantante rapero Lucas Mos Tro

definida: hay una parte del mundo con la que ya no le interesa combatir, elige cantar para el feminismo y tener voz dentro de ese movimiento.

“Yo antes era la gorda que en una asamblea estaba al fondo, que nunca tomaba el espacio de la palabra porque sentía que ya lo estaba haciendo con el cuerpo. De repente con el rap empecé a decir todo lo que pensaba. Fueron muchos años de estar en silencio, de asistir a lugares y no hablar. Ahora la música es mi forma de ocupar el espacio con la palabra y las ideas”, dice el cantante.

Pero es una responsabilidad tener un micrófono y hablar delante de las personas, dice Mostro, quien reconoce que es más visibles gracias a su música: “Todo el tiempo tenemos que evaluar nuestras palabras, la gente espera que digamos cosas que le gustan y no siempre va a funcionar así: nuestro estilo es de queja y contestación”.

Mientras el músico tiene claro que no quiere “educar chabones” a través del rap, Prett aspira a que sus murales generen preguntas en la sociedad:  “Mi concepto es inclusivo. No quiero caer en el hermetismo de alejarme del hombre porque sería contradictorio y volveríamos a lo binario”.

Para la artista visual es imposible no sentirse invadida por estas luchas: “Soy muy crítica con todas estas reacciones sociales; están porque hay una incomodidad y un descontento social pero a la par también hay una moda, entonces no quería que mis murales cayeran en la obviedad”.

Hace dos años Mostro empezó a coordinar El club del rap, un taller destinado a personas que no fuesen hombres y que rapearan. Llegaron a ser treinta personas en el club y se dieron cuenta de que, en realidad, lo que no habían tenido hasta ese momento era un espacio para encontrarse, donde las temáticas que surgían no eran de tras más que el género y la clase social. “Parece una cosa tonta pero ese ocupar el espacio con las palabras también pasa en el teatro, la música, las artes en general, en el mundo”, dice el integrante del dúo transfeminista. Es que la manera en que tomamos el lenguaje para nombrarnos y nombrar a otrxs también refleja y


Lucas Mos tro, durante una actividad en barrio Güemes, ciudad de Córdoba.
Fotografía: Gentileza cantante rapero Lucas Mos Tro

preserva las estructuras sociales y ejerce influencia en el modo en que se percibe la realidad, como señalan los autores estadounidenses Parks y Robertson.

Más allá de la e

El mundo no deja de cambiar, así como la lengua no cesa de modificar nuestro relato del mundo. La propuesta de un género neutro a través del uso de la e es un aporte decisivo para erradicar el carácter sexista de la lengua castellana, pero no es suficiente.

Más allá de letras y discursos, lograr la verdadera inclusión social de personas atravesadas por una multiplicidad de identidades como sujetos de derecho es un desafío que exige cambios concretos en la esfera política, social, económica y cultural desde una perspectiva de género.

“Las palabras vienen a solventar a personas que antes no estaban incluidas en el lenguaje, pero no alcanza con hablar, sino que además hay que hacer inclusión”, concluye Mostro.  

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Mostro

Poeta y rapero. Activista Trans/Gordo. Teatrero. Docente en contextos de encierro y espacios populares. Productor musical y cultural. En 2012 comienza a escribir rap. Después crea el proyecto El sonido del silencio, con la publicación de fanzines de poesía disidente, y la editorial ProyectxMostrx que reúne textos propios y de amigxs. En 2016 forma parte del grupo de activismo gordx local Club de Gordas CBA y comienza el proyecto solista Mostro Rap. En 2017, junto a Mena, forman el dúo de Rap Transfeminista, al tiempo que empieza a coordinar el taller Club del Rap Transfeminista. En 2018 forma parte y produce HH Divergente Crew, una tribu de Hip Hop transfeminista latinoamericana. En 2019 comienza a integrar Femixtura Crew, banda de rap transfeminista Cordobés. Actualmente está grabando su primer material discográfico con el dúo Mena y Mostro y un EP como solista junto al sello Putavida Records.

Prett

Muralista, ilustradora y docente. Sus producciones artísticas abarcan arte urbano, pintura, trabajos de decoración de interiores y murales e ilustraciones. Además se desempeña como docente y desde mayo de 2014 dicta y coordina el taller SOBRE MUROS, teoría, técnicas y prácticas en el arte urbano. Se recibió de Profesora Superior en artes plásticas y Licenciada en Pintura en la Facultad de Artes de la UNC.  Realiza trabajos de murales e intervenciones artísticas en espacios públicos y privados de la ciudad de Córdoba y el país. Además, sus murales pueden verse en Uruguay, Brasil, México y Canadá como parte de proyectos personales desarrollados en dichos países. El año pasado publicó su primer libro de ilustraciones Decálogo ilustrado junto a Hiedra Editora.

*Licenciadas en Comunicación Social, Facultad de Ciencias de la Comunicación, UNC.